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El libro de Wilbert Bendezú, un incorregible testimonialista y político

Publicado: 2015-08-10

Resumen de comentarios

El reciente libro publicado por Wilbert Bendezú, titulado El incorregible voto preferencial, los partidos y reforma política en el Perú, es una compilación de testimonios y vivencias personales y políticas, que para efectos de comentar he preferido segmentarlo en tres partes que son de mi mayor interés, no obstante el texto encierra una riqueza literaria diversa y entretejida de historia, doctrina, organización y acción: el Capítulo I apunta (i) la esencia del partido de los cuadros y la democracia funcional que evoca la meritocracia piramidal que condujo/convocó y debe conducir/convocar el partido, (ii) el patrimonio del APRA, sobre la diversificación de como funcionaba y se administraba la organización partidaria y como ha sabido apuntalar campañas electorales, y del Capítulo II recojo (iii) la propuesta bastante polémica sobre el voto preferencial y la reforma electoral que particularmente suscribo, pero a decir verdad, suele ser un tema tabú en la clase política. 

“Hay que seguir luchando” manifestaba Haya en el ocaso de su vida biológica. Esta sencilla frase sintetiza y libera a un gran hombre en el esplendor de su modo de vida y su proyección en su obra, el partido aprista, que en esta ocasión reluce bajo la pluma de Wilbert Bendezú

(i) El Partido de los cuadros y la democracia funcional

“El APRA no es una organización de masas, es una organización de cuadros… A las masas los cuadros los organizan y los conducen (no hay buena o mala masa, sólo hay buenos o malos dirigentes)… Los cuadros organizan, los cuadros convocan, los cuadros deciden” (p. 42) decía Haya, de aquí que nuestra democracia conceptual refiere a una democracia auténtica y por esencia realista, por ello la llamamos Democracia Funcional. De esta manera el Aprismo supo resistir y sobrevivir a los más cruentos embates de dictaduras y persecuciones y mantuvo las formas de docencia con decencia para con los más jóvenes.

Pero la idea del Apra de los cuadros juveniles, especialmente universitarios, se puede resumir en que la calidad recaía en quien fuera el mejor alumno, el más honrado y respetuoso, de esta manera se debía liderar a los estudiantes en las universidades. (p. 46).

(ii) El patrimonio del APRA ¿Sabemos cuántos locales tiene el APRA? ¿Sabemos cómo se construyeron estos locales? ¿Sabemos a cuánto asciende el valor de todo este patrimonio?

A menudo se reza en el imaginario de la gente que todo pueblo tiene una Iglesia, una Comisaría y una Casa del Pueblo, esta verdad significa, en términos patrimoniales, el Partido con mayor cantidad de predios. Esta riqueza patrimonial responde a una heroica historia, a los compañeros que nos precedieron que supieron construir piedra por piedra, ladrillo por ladrillo muchos de los locales que hasta la fecha ostentamos. En muchos casos, en tiempos de dictadura, se le expropió algunos predios al Partido, pero supimos ser doblemente tercos y erigir mejores y más edificios. Hoy la realidad, tan cambiante y veloz, demanda saber el origen de cada local, ergo la necesidad de actualizar la utilización del espacio y sintonizar con las nuevas formas de hacer política.

De todos modos, al parecer por la cotidianidad y el vehemente tránsito de la historia, no nos percatamos del valor simbólico e histórico de nuestro patrimonio. Se nos ha heredado una historia que es parte de la historia del Perú, una historia que tiene como símbolos materiales o de arquitectura, esas heroicas Casas del Pueblo, esa añoranza de La Tribuna o del Gran Comedor Popular, de la Universidad Popular, y en general, de todo un conjunto de predios que traducen la importancia y el significado de sacrificar vidas, familias, comodidades, por un ideal superior.

El Partido brindaba servicios a la comunidad, hoy lo sigue haciendo pero con menor intensidad y diversificación, por ende la autogestión ha perdido intensidad y diversificación. Es un apunte que merece llamar la atención para su pronta reflexión.

Páginas más adelante critica de manera realista y sensata el delicado tópico del financiamiento de los partidos políticos (Pp. 125- 132) y la comparación obligada de la capacidad del partido de los cuadros para administrar y generar recursos, que hoy está venido a menos y la Ley de Partidos Políticos (Ley N° 28094) no ha podido destrabar, a pesar del consenso de “sólo los partidos políticos que obtienen representación en el Congreso reciben del Estado financiamiento público directo” que se vio bloqueado por una disposición transitoria. Así, bajo este escenario, se propone indefectiblemente que esto debe ser progresivo, transparente y orientado a la inversión en formación, capacitación e investigación, como la norma lo señala. Del mismo modo debería homologarse el trato a los movimientos regionales con los partidos políticos para evitar ese mercadeo vulgar de la representación política. Visto de una forma más puntual: A mejores partidos políticos, mejor democracia.

Bendezú refiere a esos tiempos donde los locales parecían hormigueros, donde la gente acudía al Partido casi como una peregrinación diaria donde los feligreses reafirmaban compromisos y actualizaban sus agendas políticas. Todo ese tejido mantuvo al Partido en constante efervescencia, a pesar de los vaivenes la imagen era casi marcial y de desbordante fe y acción.

(iii) El voto preferencial y la reforma electoral

No hay duda que el voto preferencial ha lapidado en gran parte la esencia democrática del voto, es decir, no ha significado la auténtica representación de la ciudadanía en el parlamento, sino la vorágine y competencia de quienes pueden financiar una campaña al congreso en detrimento de los principios y programa del partido que aparentemente representa. Consecuencia del voto preferencial son los pésimos congresistas, tránsfugas y en muchos casos la colusión por legislar en favor de intereses personales que poco o nada tienen que ver con el origen de su voto.

En ¿Cuándo se jodió Vargas Llosa? Bendezú, trayendo a colación la experiencia y testimonio de Vargas Llosa con el FREDEMO, señala que quien le ganó la elección presidencial de 1990 fue el voto preferencial, por derroche y excesivo gasto de campaña de sus candidatos a las cámaras de diputados y senadores. A tal punto que se colige una forma de abandono político del líder del FREDEMO por priorizar la campaña individual al congreso.

A mi modo de ver, esta es la mayor entraña propositiva del texto, a diferencia de los doctos y académicos que reflexionan y proponen desde el escritorio sobre los procesos políticos, Bendezú cuenta con larga experiencia empírica sobre procesos electorales, tanto a nivel interno partidario, como a nivel del de elecciones presidenciales, es decir, conoce como funciona una estructura partidaria y a su vez dónde y qué urge reestructurar.

Revisando las pp. 186 y 187 se puede extender el siguiente esquema:

Básicamente significa suprimir los tribunales políticos para que sean reemplazados o administrados por la ONPE y el JNE, de este modo se iniciaría la superación de las primarias e internas. Otro rasgo que rescato es el financiamiento de los partidos políticos, que a la fecha los movimientos regionales, de manera alevosa no entregan balance de gastos, mientras que un partido está en la obligación de hacerlo. En general, en algunos países ya se ha experimentado lo del financiamiento con interesantes demostraciones de transparencia. En nuestro país esto podrá ver la luz en un eventual tercer gobierno, de manera progresiva.

Aula Magna, Casa del Pueblo, 10 de agosto de 2015


Escrito por

Hernán Hurtado

Arqueólogo y militante de izquierda democrática


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